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Rica y suave galleta de jengibre y canela, ideal para acompañarlo con un té o poderlas disfrutar en buena compañía.
Las galletas de jengibre en forma de casitas o muñequitos nos recuerdan a la Navidad, a los villancicos y a la cena decembrina. Anteriormente era más popular el pan de jengibre, pero poco a poco la receta cambió hasta llegar a las tradicionales galletas que conocemos hoy en día. Las galletas de jengibre en forma de casitas o muñequitos nos recuerdan a la Navidad, a los villancicos y a la cena decembrina. Si quieres conocer el origen de este delicioso postre, aquí te lo decimos.
Anteriormente era más popular el pan de jengibre, pero poco a poco la receta cambió hasta llegar a las tradicionales galletas que conocemos hoy en día. Los primeros en elaborar el pan de jengibre fueron los monjes de monasterios del norte de Europa, en el siglo XI durante la guerra de las cruzadas. De hecho se le atribuye al monje Gregory de Nicopolis, la primera receta.
La masa con la que se elaboraba el pan de jengibre solía llevar agua de rosas, melaza, canela, jengibre y cardamomo, la pasta solía colocarse en moldes de madera durante el momento de su cocción. Actualmente las galletas de jengibre son tan populares que las encontramos en los cuentos o en películas infantiles y el mismo postre hecho de harina, jengibre, azúcar y canela sigue enamorando a grandes y chicos por igual.